Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 16:35

#MarParaBolivia, más que una consigna

#MarParaBolivia, más que una consigna
En tiempos de fuerte influencia de las redes sociales, era también necesario posicionar la reivindicación marítima boliviana en tal ámbito, buscando la manera de cohesionar a los internautas del país y el mundo en torno al justo reclamo nacional.

Así lo comprendió, de modo acertado aunque perfectible, el Ministerio de Comunicación, que a inicios de marzo lanzó la campaña para la difusión, especialmente en Twitter y Facebook, de los hashtags #MarParaBolivia y #ElMarNosUne. “Quisiéramos que las juventudes, los adolescentes y las adolescentes, hombres, mujeres y adultos cibernautas que utilizan las redes sociales para hablar de su actividad social, de su actividad política, pudieran empoderarse a partir de hoy de este hashtag", indicó la titular de esa cartera, Gisela López.

Aunque las consignas ya fueron utilizadas, primero desde las instituciones públicas y luego por iniciativa de la sociedad civil, desde el 5 de marzo internet se vio inundado de esas manifestaciones. Solo los hashtags o su combinación con palabras cívicas, literarias e incluso de humor, muchas veces acompañando memes o audiovisuales, caracterizaron la campaña aún en curso y que este jueves tendrá con certeza otro de sus picos. Las expresiones fueron efectivamente creativas; incluso se conoció que un grupo de 470 premilitares de la Armanda se prestaron para formar “el hashtag más grande del mundo”, acción que luego fue difundida en videos y fotografías subidas a la nube.

El pasado martes, día en que Bolivia entregó su réplica en la Corte Internacional de Justicia de La Haya, se informó que #MarParaBolivia y #ElMarNosUne superaron las 48 y 20 millones de impresiones, respectivamente, en Twitter. Las impresiones se componen de tres elementos: tuit original, respuestas a ese tuit y retuits. Esta y otras cifras que seguro se destacarán hasta el final de hoy (cuando concluyan los días del llamado “tuitazo mundial”) terminarán de confirmar el éxito del emprendimiento.

Ahora bien, pensamos que, cuando una campaña, la que fuere, se fundamenta solo en consignas, pues en eso se queda, y al final no llega a ser interiorizada del todo por sus públicos meta. En ese sentido, qué importante sería que Comunicación aprovechara lo ya logrado promoviendo una profunda reflexión ciudadana en torno a la demanda marítima. Y es que de los hechos de la Guerra del Pacífico (1879 - 1883) los bolivianos podemos sacar literalmente un mar de reflexiones, más allá de las propiamente históricas, desde cómo no descuidar ni el territorio ni las riquezas naturales, hasta —y esto en consonancia incluso con el discurso ideológico oficial— cómo los imperialismos económicos son las causas profundas de los conflictos bélicos.

Qué útiles serían por ello ciclos de conferencias en unidades educativas de todos los niveles y en espacios abiertos, en los que no solo se promueva la instrucción, sino el debate ciudadano. Por otro lado, aunque ya existen los Premios Eduardo Abaroa que reconocen la investigación del tema —y que, por cierto, tienen como injusto propósito, artísticamente hablando, la misión de privilegiar expresiones relacionadas a la demanda marítima, cuando se debería solamente valorar la calidad de las obras—, se tendrían que crear más certámenes y fondos concursables para trabajos de diferentes géneros, abocados en exclusiva al asunto.

Y, para finalizar, la campaña de hashtags podría potenciarse aún más con el lanzamiento de concursos que promuevan una mayor creatividad en cuanto a mensajes de texto, memes y audiovisuales. Con cada hecho que ha generado la atención de la sociedad, los internautas bolivianos han demostrado un gran talento a la hora de crear expresiones, un talento que puede ser muy bien aprovechado por el Estado. Tales, pues, algunas sugerencias para que #MarParaBolivia sea más que una consigna.