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  • Diario Digital | martes, 19 de marzo de 2024
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Los 20 compromisos de Chile que no cumplió ante Bolivia

Los 20 compromisos de Chile que no cumplió ante Bolivia


La Dirección Estratégica de Reivindicación Marítima (DIREMAR) estableció en el "Libro del Mar" que Chile incumplió al menos 20 compromisos para negociar con Bolivia un acceso soberano al mar.
Entre ellos, los tratados de 1985, que firmaron Chile y Bolivia el 18 de mayo de ese año: el Tratado de Paz y Amistad, el Tratado de Transferencia de Territorio y el Tratado de Comercios, documentos que fueron ratificados por ambos Congresos y debidamente canjeados.

Por el primero, Chile continúa ejerciendo el dominio absoluto y perpetuo del territorio objeto del Pacto de Tregua de 1984; por el segundo instrumento, Chile se comprometió a transferir a Bolivia, Tacna y Arica en las mismas condiciones que los adquiriese o en su defecto, la Caleta Víctor hasta la Quebrada de Camarones, si no pudiese transferir aquellos territorios. Ninguna de esas transferencias comprometidas por Chile se cumplió.

Bolivia planteó su reclamo en el ámbito multilateral por primera vez en la Conferencia de París en 1919 y en la Liga de las Naciones (antecesora de la ONU) entre 1920 y 1933; en la sesión de la Asamblea el 28 de septiembre de 1921 el representante chileno, Agustín Edwars, ofreció en forma solemne iniciar negociaciones directas con Bolivia para abordar su enclaustramiento marítimo.

Un año después, el delegado chileno, Manuel Rivas Vicuña, mediante nota de 19 de septiembre de 1922 dirigida a la Liga de las Naciones, reafirmó el compromiso de Chile en entrar en negociaciones directas con Bolivia, compromiso que tampoco se cumplió.

En 1920, el diplomático chileno acreditado en La Paz, Emilio Bello Codesido suscribió in acta con el canciller boliviano, Carlos Gutiérrez en la que dejó establecido que existía por parte del Gobierno de Chile el mayor deseo de procurar un acuerdo con Bolivia que le permitiera obtener una salida propia al Océano Pacífico, independientemente del Tratado de 1904.

Codesido, autorizado por su Gobierno, reconoció la necesidad boliviana de una salida propia al mar y presentó una oferta concreta; Chile cedería una zona importante al norte de Arica y de la línea del ferrocarril que se hallaba en los territorios sometidos al resultado del plebiscito que debía realizarse de acuerdo al Tratado de Ancón.

En 1922 el presidente de Chile, Arturo Alessandri, que era consciente de la necesidad de encontrar una solución bilateral con Bolivia, comunicó su posición al Congreso de su país, en esa oportunidad aseguró que Bolivia podía tener la convicción de que encontraría en Chile un cordial deseo de buscar fórmulas de solución a su enclaustramiento marítimo.

Un año después en respuesta a las gestiones del Ministro Plenipotenciario de Bolivia en Santiago, Ricardo Jaimes Freyre, el canciller chileno, Luis Izquierdo, señaló mediante notas de 6 y 22 de febrero de 1923, que de acuerdo con las expresiones del Presidente de su país y las declaraciones de su representante ante la Liga de la Naciones, Chile podría celebrar un nuevo pacto que consulte la situación de Bolivia sin modificar el Tratado de Paz de 1904 y sin interrumpir la continuidad de su territorio.

Por otra parte, el embajador de Chile en Eashington, Miguel Cruchaga, presentó el 10 de junio de 1926 al Secretario de Estado de los Estados Unidos, Frank B. Kellogg, una propuesta de división de los territorios de Tacna y Arica; con esa propuesta, Tacna quedaría para el Perú, Arica para Chile y se cedería a favor un corredor de cuatro kilómetros de ancho que parta de la frontera boliviana, siga una línea paralela hasta el villorio o caleta de Palos, mismo que conceda a Bolivia un acceso soberano al Océano Pacífico.

El 23 de junio de 1926, el canciller de Chile, Beltrán Mathieu, emitió una circular que expresaba la intención de su país de transferir a Bolivia una parte del Departamento de Arica, tal como lo había propuesto Estados Unidos en su rol de país mediador en el diferendo chileno-peruano.

Ese mismo año, el 30 de noviembre, el gobierno de los Estados Unidos, por intermedio del Secretario de Estado, Frank B. Kellogg, quien mediaba en el diferendo peruano-chileno respecto a Tacna y Arica, envió un memorándum a los gobiernos de Chile y Perú proponiendo ceder a la República de Bolivia a perpetuidad, todo derecho, título e intereses que ellas tengan en las provincias de Tacna y Arica.

Chile aceptó, en principio, considerar la propuesta y el 4 de diciembre del mismo año, su Canciller, Jorge Matte, presentó un memorándum al Secretario de Estado Kellogg, manifestando su disposición de conceder una faja de territorio y un puerto a Bolivia una vez que la posesión definitiva de Tacana y Arica fuera definida.

El 3 de junio de 1929 se suscribió el tratado de Lima por el cual Chile obtuvo Arica y Perú recuperó Tacna; además, firmaron un Protocolo Complementario que en principio fue secreto, según el cual, ninguno de los dos Estados podía ceder a una tercera potencia la totalidad o parte de lo territorios mencionados sin el acuerdo previo de la contraparte.

Bolivia se sintió directamente aludida por ese Protocolo y a causa de ellos remitió una circular a la comunidad internacional manifestando su protesta respecto a ese acuerdo ya que esa fórmula contradecía todos los compromisos de Chile para otorgar a Bolivia un acceso soberano al mar.