El artista boliviano Leopoldo Calla Vargas, considerado pionero de la pantomima en el país, murió a los 82 años en Cochabamba, por complicaciones en su delicado estado de salud.

El fallecimiento del mimo fue confirmado por su sobrino, Alcides Calla, quien informó que el cuerpo del artista será cremado y velado hoy en el asilo San José: para mañana ser trasladado hasta el Cementerio Concordia.

Según recordó su sobrino, el mimo (al que se le conocía también como “Leo” Calla) fue una figura fundamental de las artes escénicas bolivianas del siglo XX. Nacido el 16 de julio de 1934, en la población de Ánimas del centro minero Quechisla (Potosí), Calla Vargas fue un artista autodidacta que cultivó, además de la pantomima, la danza folclórica y clásica, el teatro y la música.

Como bailarín de danza folclórica, uno de sus momentos más culminantes tuvo lugar en el Festival de Dijon (Francia), en 1984, al recibir la medalla de oro como integrante del cuerpo de baile de Mario Leyes.

No menos memorable fue su colaboración con el virtuoso guitarrista Alfredo Domínguez, en el trío musical Los Panchitos, una agrupación que data de sus años de colegio (1948-50) en Tupiza (Potosí).

En el teatro hizo carrera junto a grandes, como el maestro Líber Forti o los actores y directores Adolfo Mier, Melita del Carpio y Ninón Dávalos. Sin embargo, fue en la pantomima donde hizo más carrera. No solo creó e integró diversos elencos, sino que contribuyó a la formación de otros artistas y profesionales.

El también mimo Gustavo Medinaceli lo recuerda como su maestro y de tantos otros en el colegio Juan XXIII de Cochabamba, una ciudad en la que se instaló en los años 60. Asegura que su paso por ese centro formativo dejó profunda huella en generaciones de estudiantes, más allá de que se dedicaran o no a las artes.

Enfermedad

Leopoldo Calla estaba ya retirado de la pantomima, aquejado por la enfermedad de Parkinson. En el colegio Juan XXIII crearon un festival con su nombre.