El alcalde de Cochabamba, José María Leyes, anunció que en la presente gestión unas 28 mil familias, principalmente de la zona sur de la ciudad, tendrán agua potable en red.

El municipio tiene listos dos proyectos de extensión de redes de agua potable y alcantarillado en los distritos 8 y 9. Se trata de Aguas al Sur y Arrumani. Con esas obras, que demandarán una inversión de 140 millones de bolivianos, unas diez mil familias lograrán conectarse a la red fundamental del Servicio Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Semapa).

A esos dos proyectos, se suman cuatro más de ampliación de redes que están a diseño final y que los presentó el Alcalde a la ministra de Medio Ambiente y Agua, Alexandra Moreira, en la reunión que sostuvieron el lunes en La Paz.

Con esas obras, que demandarán una inversión de 260 millones de bolivianos, el agua potable por tubería llegaría a unas 18 mil familias de la zona sur.

Con los seis proyectos, el líquido potable estará en las viviendas de unas 28 mil familias de los barrios más alejados de la Llajta, que, ahora, se proveen de agua de comités, cooperativas o de los carros cisternas que les venden cada turril (200 litros) a un precio que oscila entre 10, 12 y 15 bolvianos, dependiendo de la zona.

El servicio de agua potable de la empresa municipal solo llega a 71 mil usuarios, la mayoría está en el Casco Viejo y la zona norte de la ciudad.

Con esos nuevos usuarios, Semapa daría el servicio a 99 mil hogares y la cobertura de agua potable en el Cercado sería del 87 por ciento .



MISICUNI Para garantizar el agua para los cochabambinos es necesario que el Proyecto Múltiple Misicuni entregue a la empresa municipal mil litros por segundo de agua en mayo.

Actualmente, Semapa tiene un caudal de unos 850 litros por segundo, mejoró un poco con las lluvias. Hasta diciembre de 2016 era de apenas 650 litros por segundo. Para proveer de líquido las 24 horas, se necesita un caudal de 1.800 litros por segundo.

“Solo le pedimos a las autoridades de Misicuni que nos den el agua prometida. No importa que se tomen unos días más y nos la den en junio”, dijo Leyes.



CORANI VALLES El Alcalde está muy entusiasmado con la ejecución de Corani Valles (consiste en captar aguas del río Paracti y bombearlas a la laguna Corani), porque permitiría incrementar el caudal de agua para consumo humano y riego en unos 3.800 litros por segundo.

El proyecto, que demandaría un tiempo de ejecución de 18 meses, requiere una inversión de cerca de 50 millones de dólares y dotaría de agua a los valles Alto, Central

y Bajo.

Sostuvo que Moreira “sabe que necesitamos más fuentes que sean complementarias a Misicuni y los pozos”.

En el encuentro del lunes, las autoridades definieron que en abril la Alcaldía presentará el proyecto a diseño final.

“La Ministra nos pidió que nos apuremos y nos dijo que está dispuesta a hacer todos los esfuerzos para gestionar y concretar el financiamiento”.

Esta propuesta de aprovechar las aguas de Corani la encabezan el Comité Cívico de Cochabamba y el municipio.

“Podemos hacer la aducción sin necesidad de perjudicar a los proyectos hidroeléctricos que tiene el Gobierno en Corani. Solo hay que administrar bien el agua”.



CASCO VIEJO El proyecto del cambio de redes de agua potable y alcantarillado en los 90 manzanos del Casco Viejo de Cercado fue bien recibido por el Gobierno, pero “será tratado en una reunión especial para ver solo ese tema”.

En abril de 2016, Semapa perdió 45 millones de bolivianos de la cooperación española porque cambió el diseño y solo consideró el componente de agua potable y dejó de lado el alcantarillado sanitario.

Ahora, el Alcalde volvió a insistir con las autoridades gubernamentales, quienes estarían dispuestas a buscar apoyo económico, otra vez.

Leyes indicó que los siete millones de bolivianos que depositaron como contraparte aún están en manos de Emagua (empresa gubernamental que ejecuta obras de saneamiento básico en todo el país).

“No hemos retirado ese dinero porque necesitamos hacer esas obras, manifestó la autoridad.

Las redes del centro de la ciudad tienen unos 50 años de antigüedad y son de asbesto cemento, cuya vida útil es de 25 años. El mal estado de las tuberías provoca la fuga del 50 por ciento de agua.

“Nuestro objetivo es que el 2017 sea el último año de crisis de agua en Cochabamba y con el apoyo gubernamental tenemos un horizonte favorable”, indicó Leyes.