Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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Binomio, alternancia y paridad

Binomio, alternancia y paridad
Desde que Bolivia retornó a la democracia, muy pocas veces hemos contado con candidatas mujeres a la Presidencia (solo en dos oportunidades) y a la Vicepresidencia (en otras dos). Bolivia es el segundo país con los índices más altos de participación de mujeres en los ámbitos legislativos; pero al parecer la discusión sobre la posibilidad de que los binomios Presidente/Vicepresidente estén conformados por mujeres, no ha sido siquiera considerada, muestra de que el tema de la alternancia hombre-mujer en el binomio presidencial expresa un compromiso pendiente de nuestra democracia representativa.

El Congreso del Movimiento Al Socialismo (MAS), en diciembre pasado, ha manifestado su intención de repostular a Evo Morales a la Presidencia; pero no a Álvaro García, dejando vacante la candidatura para la vicepresidencia. En las últimas semanas, la definición del sucesor de García ha evidenciado fisuras y pugnas internas del partido que ha abanderado los principios de inclusión de indígenas y mujeres, que ha aprobado la incorporación de la paridad y alternancia en las listas de candidaturas, logrando porcentajes antes impensados de mujeres en las instancias legislativas; pero que no considera aún la posibilidad de alternar la candidatura a la Vicepresidencia con una mujer. Puedo imaginar que las dificultades serían peores y más duras en otras fuerzas políticas a las que les costó más incluir mujeres en sus listas y que todavía privilegian las candidaturas masculinas.

La paridad se ha alcanzado solo en el Órgano Legislativo, y aunque en 2011 y 2012 el porcentaje de ministras en el Ejecutivo fue de 50 por ciento , este bajó hasta el 33 por ciento en la actualidad. El argumento que se usa tradicionalmente para justificar la ausencia de mujeres es que no existen mujeres; que no podría ser utilizado en esta oportunidad porque se ha contado con mujeres de perfiles y trayectorias importantes asumiendo presidencias de cámaras, comisiones, jefaturas de bancadas, etc.

El hecho de que se esté hablando de candidatos a la Presidencia y Vicepresidencia, y en ningún caso de candidatas, prueba que persiste la visión de que las mujeres solo son acompañantes de fórmula, el dato anecdótico de los procesos electorales y no señal de voluntad política de avanzar en la transformación del Estado y la democracia intercultural y paritaria, el gran desafío a enfrentar próximamente.