Fuentes cercanas a la Fuerza Aérea Boliviana  (FAB) aseguran que la compañía LaMia extrajo  piezas de dos de sus  aeronaves que están guardadas en hangares de Cochabamba para ponerlas al avión siniestrado el pasado lunes.
Personas cercanas al grupo aéreo contaron a OPINIÓN que dos de los tres aviones AVRO RJ-85 que pertenecen a la Línea Aérea Mérida Internacional de Aviación (LaMia) están en  hangares de la FAB desde 2014. Sin embargo, desde ese año no se les hacen ningún tipo de mantenimiento

Supuestamente LaMia solo empleaba a los dos  aviones parqueados en el departamento boliviano, con matrícula CP-2997 y CP-2998, como fuente de repuestos para la única nave con la que operaba dentro y fuera del país, y que el lunes se accidentó  en Rionegro (Colombia) cuando transportaba a 68 pasajeros y nueve tripulantes, de los cuales 71 personas murieron y seis resultaron heridas

Según las mismas fuentes, desde hace dos años la empresa aérea únicamente se limita a pagar un monto económico por el espacio que ocupan sus dos aeronaves dentro el hangar de la Fuerza Aérea

Dijeron que LaMia cancelaba un monto de dinero a la Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea (Aasana). No obstante, de acuerdo al manual de funciones de esa repartición pública, su rol se limita al control y protección a la navegación aérea en el espacio nacional, por lo que Aasana no percibe el alquiler. Sin embargo, abrió la posibilidad de que el arrendatario de la compañía sea Servicios de Aeropuertos Bolivianos  (SABSA) nacionalizada

Al respecto, el jefe administrativo de esa instancia, Bladimir Terán, explicó que su institución no tiene tuición sobre predios de la FAB, donde están los hangares que guardan aviones de LaMia

Descartó que SABSA perciba algún pago por parte de la compañía y remarcó que la FAB administra su territorio

Este medio de comunicación tomó contacto con oficina de LaMia en Santa Cruz (al teléfono 3472323, que aparece como referencia en su página oficial de Facebook) para consultar bajo qué condiciones tiene dos naves dentro una propiedad de un grupo aéreo oficial de Cochabamba. La secretaría señaló que el responsable de la compañía estaba “en otros asuntos” y no podría atender.
RESTRICCIÓN Las naves desmanteladas de LaMia ocupan la parte central del hangar de la Segunda Brigada Aérea de la FAB, ubicada en Jaihuayco (zona sur de Cochabamba)

Externamente no presentan deterioro, a pesar de que están abandonadas desde 2014. En el archivo fotográfico de este medio de comunicación se conservaban fotografías tomadas ese mismo año y aparecen las dos naves, además de la que se estrelló el lunes

El predio donde la FAB realiza el mantenimiento del par de aviones de la compañía ayer estaba fuertemente resguardado, debido a que se trata de un complejo militar

Los responsables del área de mantenimiento de la FAB restringieron información sobre la situación de las naves. Indicaron que necesitaban una autorización del comandante de la Fuerza Aérea Boliviana, el general Celier Aparicio, para hablar al respecto.
En contacto con La Paz, la Unidad de Comunicación de la FAB dijo que para proporcionar información era necesario remitir una solicitud escrita hasta ese departamento. El Comandante, según sus estimaciones, contestaría hasta este lunes.

Vínculo de militares retirados

Fuentes ligadas a las Fuerza Aérea Militar informaron que tres militares retirados de la institución son los propietarios de LaMia Srl. en Bolivia, de acuerdo a una publicación realizada ayer en el portal digital Página Siete

Uno de los socios de la compañía era el piloto de aeronave siniestrada, Miguel Quiroga, que pertenecía a la FAB

Dentro el grupo de socios también figura Gustavo Vargas, que actualmente es gerente general de LaMia y copropietario de la misma.
De acuerdo a la publicación, Vargas es militar jubilado de la FAB y fue instructor del Grupo Aéreo Presidencial, es decir impartía clases a los pilotos que iban a volar las aeronaves del Primer Mandatario. Por último, un tercer copropietario de la compañía es Marco Antonio Rocha, quien pidió su retiro voluntario de la Fuerza Aérea. Ninguna institución oficial se refirió a la conformación de la aerolínea.

5 razones por las que el avión no debió volar

Según una publicación del periódico El Tiempo de Colombia estas son las cinco razones por las que no debió volar el avión de LaMia:
1.- Tiempo de vuelo: El tiempo de vuelo entre Santa Cruz y el aeropuerto de Rionegro previsto por el piloto era de 4 horas y 22 minutos, igual al de la autonomía de combustible que tenía la aeronave. Tenía que contar con más

2.- Reabastecimiento: Gustavo Vargas, representante legal de la aerolínea LaMia, le reconoció al matutino El Tiempo  que el avión no hizo ninguna de las dos paradas para reabastecerse que estaban previstas

3.- Salir de Cobija o Viru Viru: Las autoridades colombianas reportan que el plan de vuelo que recibieron decía que la nave había salido de Cobija, algo que evidentemente no ocurrió

4.- No era viable: La aerolínea resultó ser una especie de cascarón con tan solo tres aviones

5.- Pese a todo despegó: A pesar de la oposición de la funcionaria de la Aeronáutica en Bolivia, la aeronave de LaMia obtuvo el permiso para volar a Colombia.

Fiscalía convoca a pares de Brasil y Colombia

El fiscal general del Estado, Ramiro Guerrero, informó ayer que convocó a sus pares de Brasil y Colombia a una reunión en Santa Cruz la próxima semana para analizar el caso del accidente del avión de la aerolínea boliviana Lamia, en el que murieron 71 personas

"He invitado a los fiscales generales de Brasil y Colombia para ver de manera concreta el caso del accidente aéreo que terminó con la vida de los jugadores del equipo de fútbol Chapecoense, periodistas y tripulantes del avión de la línea aérea LaMia", señaló Guerrero, según un comunicado de la Fiscalía General del Estado

La reunión está prevista para el próximo miércoles en Santa Cruz, agregó

El Ministerio Público ya estableció contacto, mediante su unidad de Cooperación y Relaciones Internacionales, para obtener datos sobre el accidente.
El avión de LaMia se estrelló la noche del lunes