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  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
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El teatro, de fiesta en el Festival Bertolt Brecht

El teatro, de fiesta en el Festival Bertolt Brecht
La décimo octava edición del Festival de Teatro Bertolt Brecht se inaugura hoy, en el espacio cultural mARTadero de esta ciudad. La actividad acogerá, hasta el 10 de diciembre, la presentación de 10 obras de elencos procedentes de Argentina, Bolivia, Chile y Perú, a los que les une la búsqueda de narrativas/dramaturgias emergentes.

El certamen ocupará diferentes escenarios de la ciudad de Cochabamba para la puesta en escena de las obras seleccionadas y la realización de talleres formativos. Como desde sus inicios en 1998, la institución que organiza el Bertolt Brecht es el Instituto Cultural Boliviano Alemán (ICBA) de Cochabamba, dependiente del Goethe Institut.

Los costos fijados para las entradas son accesibles. Para los estudiantes costarán 20 bolivianos, para el público general 25 y, en una política amigable con el medio ambiente, se cobrará solo 15 a los espectadores que vayan en bicicleta hasta los sitios de presentación. Por si fuera poco, habrá tres funciones gratuitas en los teatros Achá y Adela Zamudio los días 6, 8 y 9. Todas estas facilidades deberían animar al público cochabambino a asistir a los montajes de este festival que se ha consolidado como una de las plataformas más importantes de la actividad escénica boliviana y regional. De la creciente reputación internacional del Bertolt Brecht habla el siguiente dato: de las 47 postulaciones que recibieron sus organizadores este año, 17 fueron de elencos extranjeros de seis diferentes países.

Así las cosas, la organización de esta nueva versión del Festival Bertolt Brecht es motivo de celebración para el teatro cochabambino, entendiendo a este no solo como el conjunto de artistas que animan las tablas, sino como un ámbito más amplio que incluye a gestores culturales, críticos, instituciones y otros actores que dinamizan la escena teatral en esta ciudad.

Además del Bertolt Brecht, Cochabamba es sede del Festival del Premio Nacional de Teatro Peter Travesí, que anualmente reconoce económicamente y pone en escena algunas de las mejores propuestas teatrales estrenadas en el país. A estos dos grandes festivales se suman otras iniciativas, como Tablas Cochalas o los concursos estudiantiles de teatro apoyados por el municipio.

No menos rescatables son los esfuerzos locales que apuestan por la publicación de textos dramatúrgicos bolivianos, como son la revista especializada La Escencia o los libros ganadores del concurso municipal en esta disciplina. Todo esto sin contar el buen hacer de las compañías asentadas en esta ciudad; es el caso de Kiknteatr, El Masticadero o La Mala, responsables de algunas de las obras más rompedoras del teatro boliviano contemporáneo. Ni hablar ya de la escena titiritera, que, por su amplitud y riqueza, merece un tratamiento aparte.

Todos estos hechos matizan el diagnóstico desalentador que imperaba hasta hace solo algunos años en torno a la actividad teatral en Cochabamba, cuando se lamentaba la migración de elencos locales a otras ciudades y se hacía escarnio de la crisis de gestión del Premio Peter Travesí. Sin embargo, este panorama ha cambiado significativamente en el último tiempo, gracias, precisamente, a la puesta en marcha y consolidación de las iniciativas antes señaladas. Tampoco es que la situación sea la ideal, pero de que ha mejorado no hay duda. El mérito mayor es de actores, dramaturgos, directores, técnicos, gestores, formadores, así como de centros culturales (ICBA, Centro Patiño, mARTadero, Alianza Francesa y otros), que han generado condiciones más óptimas para el cultivo del teatro en el medio local. No es casual que el Bertolt Brecht cuente con el respaldo de una red de entidades culturales que colaboran en su organización. Y aun con limitaciones, las instituciones públicas avanzan en la institucionalización de sus políticas de apoyo del teatro. Todos ellos son responsables de esta nueva fiesta del teatro cochabambino, a la que, desde luego, no debiera faltar el público.