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  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
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Gobierno proyecta impuesto de Bs 60 para los turistas

Gobierno proyecta impuesto de Bs 60 para los turistas
LA PAZ El proyecto de Ley General del Turismo, aprobado por la comisión de Economía Plural de la Cámara de Senadores, plantea aplicar un impuesto al ingreso de turistas y otro, a las empresas del rubro. Los recursos a recaudar servirán para fortalecer al sector.

El impuesto de 60 bolivianos, que se prevé gravar al ingreso de turistas nacionales y extranjeros, se aplicará inicialmente a los viajeros  que arriben  por vía aérea. El Gobierno calcula que   se recaudarán alrededor de 20 millones de bolivianos por año, que ingresarán  al Fondo de Fomento y Promoción de Turismo (FONTUR), según Página Siete.

Para el cálculo solo se tomó en cuenta  a los visitantes internacionales que llegan al país por vía aérea, que en promedio sobrepasan los 300 mil turistas al año. La medida entrará en vigencia una vez que se apruebe la reglamentación de la futura norma, informaron fuentes oficiales. 

El pago del gravamen para los que entren a territorio boliviano por   carretera  correrá a partir de enero de 2019. Hasta ese año, se  planifica mejorar las infraestructuras camineras y otros servicios.

Respecto al sostenimiento del Fondo de Fomento, se aclara que será sostenible con “los recursos provenientes de la Tasa Administrativa Turística, que se cobrará por concepto del ingreso de turistas que visiten el Estado Plurinacional de Bolivia”. En ambos casos, el cálculo, las condiciones y la aplicación se definirán a través de una reglamentación.

La presidenta de la Cámara Nacional de Operadores de Turismo regional La Paz, Lourdes Ríos, dijo que se trata de una norma que fue consensuada con su sector, aunque algunas regionales presentan objeciones a la aplicación de los dos gravámenes. Solicitó que el fondo sea administrado por una instancia público-privada.

El portal Bolivia Impuestos afirmó que, según fuentes oficiales, el tributo no  afectará el flujo turístico y que el monto es bajo, comparado con el que imponen países como Perú, que exige 15 dólares, o Colombia, que cobra 10 dólares.