Opinión Bolivia

  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
  • Actualizado 03:42

NOESIS

¿Pacto fiscal ¡Winflas!

¿Pacto fiscal ¡Winflas!
¿Usted cree que el Gobierno quiere construir el pacto fiscal? ¡Winflas!, como diría mi cuate plurinacional. Al Gobierno nacional le vale un corcho el pacto fiscal. Como caballo cochero, no está dispuesto a que nadie cuestione su visión de país anclada en dogmas y malas prácticas del socialismo y capitalismo del siglo XIX. Su Agenda 2025 es lo máximo, y el que quiere se suma y el que no quiere que se vaya a papar moscas. La verdad única la tienen ellos. Sobre las políticas y programas, les vale un bledo la educación y la salud como apuestas a la calidad. En 10 años de bonanza, no han sentado siquiera las bases para una educación universal, de calidad y gratuita. Los alumnos que egresan de los colegios salen tan despistados como entraron a primero básico. Las universidades siguen produciendo profesionales que terminan de choferes o comerciantes informales. En salud, deberíamos contar con un seguro universal, pero es cuestión de irse a las postas y hospitales públicos a las 5 de la mañana y comprobaremos las paupérrimas condiciones en las que se debate el sistema público. Prefieren apostar a obras megalómanas, insostenibles y degradadoras del medioambiente, como la planta de polipropileno en Yacuiba, la represa hidroeléctrica de El Bala en la Amazonía o la planta nuclear en El Alto.

Sobre la institucionalidad, para el Ejecutivo está claro que el actor fundamental es el Gobierno central, y el resto, gobernaciones, municipios y sector privado, son simples acompañantes de lo que el todopoderoso Leviatán plurinacional decide. Finalmente, los recursos económicos no se tocan, y mejor si se quita más dinero a los de abajo, para que el sabio y poderoso Gobierno central realice los sueños de los “flojos” niveles autonómicos. De esta manera, si no fuera por la políticas aprobadas en los “malditos tiempos neoliberales” (Participación Popular, Ley del Diálogo 2000 y Ley del IDH), las instancias autonómicas estarían peor que ahora, mendigando limosnas al papá centralista.

Quisiera estar equivocado y tragarme todo lo escrito. Los que van a gastar su plata y tiempo este miércoles en venir a la reunión de la comisión autonómica, ¿por qué no le proponen al Gobierno que toda deuda externa futura sea discutida y acordada con las regiones y sociedad civil; que todo nuevo proyecto sea acordado en función de sostenibilidad social, económica y ambiental? Si solo lograran eso, les juro que me trago esta columna. Mientras tanto, seguiremos, impávidos y silenciosos, mirando desde el palco el sainete (mezcla de comedia y tragedia) que juegan los de arriba y los de abajo.