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  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
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Mayor cooperación, la clave

Mayor cooperación, la clave
En septiembre del año pasado, 193 países miembros de la ONU aprobaron la Agenda 2030, que incluye 17 objetivos que implican una visión transformadora hacia la sostenibilidad económica, social y ambiental de dichas naciones, a fin de hacer del planeta Tierra, un lugar digno para vivir por cuanto se busca la reducción de la desigualdad en todas sus dimensiones, un crecimiento económico inclusivo con trabajo decente para todos, ciudades sostenibles y cambio climático.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), organismo regional de las Naciones Unidas, dio a conocer su Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2016, en el cual recalca la urgencia de movilizar la inversión pública y privada para promover la recuperación económica de la región y satisfacer los desafíos que impone la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible.

Para alcanzar los objetivos de dicha agenda, los gobiernos deben ajustar sus planes de trabajo tanto en lo nacional como en lo local y, para tal efecto, deben tomar en cuenta el concurso de todos los actores, incluyendo, naturalmente, a los empresarios privados.

Tal coordinación hará posible optimizar recursos en momentos en que en varios países se atraviesa por serios problemas ocasionados por factores climatológicos como la sequía; pero también por decisiones y movimientos políticos y económicos que terminaron afectando más las bases sobre las que se asienta un país, tal el caso de Venezuela.

En ese sentido, en Bolivia aún falta camino por andar con respecto a la vinculación entre Gobierno y empresarios por cuanto, a pesar de haber establecido la realización de mesas de trabajo, lo cierto es que en estas no se ha ido avanzando lo suficiente. Por tanto, se trata de una tarea pendiente.

Felizmente, en la última evaluación realizada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Bolivia figura entre los primeros países de la región con una proyección de crecimiento importante por cuanto se espera que bordee el 4.5 por ciento. En primer lugar se sitúa República Dominicana con un crecimiento del 6 por ciento; Panamá, con 5.9 por ciento; Nicaragua y Bolivia con 4.5 por ciento y Costa Rica con 4.3 por ciento.

Cabe recordar que países considerados gigantes a la hora de hablar de economía, como Brasil, no presentan señales económicas alentadoras. La Cepal prevé para Venezuela en 2016 una contracción de -8.0 por ciento; para Surinam, -4.0 por ciento; para Brasil, -3.5 por ciento; para Trinidad y Tobago, -2.5 por ciento; para Ecuador -2.5 por ciento y para Argentina -1.5 por ciento.

Al respecto, Alicia Bárcena, secretaria Ejecutiva de la Cepal, aseguró que “la cooperación Sur-Sur es fundamental y factible”, y destacó que “un número considerable de países en desarrollo y emergentes han desarrollado capacidades que pueden ser utilizadas por otros países”.

Lamentablemente, en el Sur-Sur las cosas no andan del todo bien. Chile y Bolivia apenas se hablan. En Perú acaba de asumir un Presidente que jala más a la derecha que a la izquierda, y en Bolivia gobierna uno que arrastra para el otro lado, mientras en Argentina su Mandatario tiene más en común con el peruano que con el boliviano. La esperanza de muchos seguramente está puesta en el objetivo común: el bienestar económico de los pueblos.

Sobre esa base se tendrá que seguir construyendo apuntando a exportar, juntos, a los grandes mercados que normalmente demandan gigantescas cantidades de cualquier producto, lo que únicamente podría ser abastecido a través de la colaboración entre varios países como era la idea de Chile antes de terminar tan peleado con Bolivia: unir esfuerzos en mano de obra, tecnología y dinero para exportar mediante puertos chilenos que se convirtieran en gran plataforma de exportación de la parte sur de Latinoamérica.