Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
  • Actualizado 08:55

SEGÚN UNA ENCUESTA DE IBOPE, LA MAYOR PARTE DE LA POBLACIÓN DE ESE PAÍS CONSIDERA QUE LOS JUEGOS OLÍMPICOS TRAERÁN DIFICULTADES CONSIGO.

El 60 por ciento de Brasil cree que Río 2016 perjudicará

El 60 por ciento de Brasil cree que Río 2016 perjudicará



Una encuesta realizada en Río de Janeiro reveló que el 60 por ciento de los residentes estima que el certamen dejará más perjuicios que ventajas para la ciudad, una sensación aún peor a la que se vivió antes del Mundial de fútbol de 2014.

El miércoles llegó a Brasil el presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, para vivir los Juegos Olímpicos. Advertido de la infinidad de problemas que atraviesa la organización, el dirigente confía en que todo se solucionará antes del inicio de la cita.

“En los últimos días siempre hay una que otra cuestión para solucionar. Los brasileños las resolverán”, admitió Bach.

Sin embargo, la población del país no piensa igual. Una encuesta de la empresa Ibope reveló que el 60 por ciento de los habitantes cree que los Juegos traerán más problemas que beneficios, contra apenas un 32 por ciento que considera que el país obtendrá más ganancias.

Las cifras son peores que las de hace dos años con el Mundial de fútbol, cuando un 43 por ciento de la gente era optimista, mientras que un 40 por ciento creía que el torneo generaría líos.

Y es que la lista de problemas ha sido extensa. Primero, la crisis política que vive Brasil con la presidenta Dilma Rousseff apartada del cargo por un juicio político (y que anunció que no irá a la ceremonia inaugural, al igual que su predecesor, Lula), mientras que su reemplazante temporal, Michael Temer, también vive a la sombra de una eventual acusación.

Las cifras económicas son dramáticas: el Gobierno anunció que este año habrá un déficit fiscal cercano a los 52 millones de dólares, lo que también complicó a la organización, que tuvo que reducir la capacidad de varios recintos, aumentar la cantidad de voluntarios para suplir a trabajadores remunerados y que vivió retrasos en la edificación de algunas obras, como el velódromo del Parque Olímpico y la Villa.

Además, los trabajos de infraestructura vial que estaban previstos para los Juegos (y que fueron vitales para ganar la sede) no se concluyeron: quedaron líneas pendientes.

Los retrasos también llegaron a la ciudadela olímpica, abierta para las delegaciones el domingo pasado, pero que recibió críticas por problemas en sus servicios. Los arreglos costaron una multa cercana a los 100 mil dólares.

El conflicto mayor fuera de los recintos es la delincuencia. En marzo, un equipo español de vela fue asaltado mientras entrenaba en Copacabana y perdió parte de su equipo de apoyo, además de que los números de homicidios asustan: en 2015, se contabilizaron cerca de 1.200 asesinatos en la ciudad y más 307 fallecidos en incidentes con la Policía.

SALUD Otro problema que golpea es el virus zika, que vivió a comienzos de año su momento de mayor violencia, con una epidemia que ha generado más de 1.700 niños nacidos con microcefalia.

De paso, el lunes se conoció un informe médico que asegura que otro mosquito, distinto al Aedes Aegypti original, también puede transmitir el mal.

Otro lío es el de la bahía Guanabara, sede de las competencias náuticas. Contaminada a niveles críticos, es objeto de quejas.