Roger Federer anunció su decisión de no volver a competir en el ATP World Tour durante la temporada 2016. El suizo, reciente semifinalista en Wimbledon, hizo público el mensaje a través de su perfil oficial de Facebook, manifestando su dolor por no poder volver a las canchas durante el resto de la temporada.
Con un discurso de precaución, el de Basilea apuntó a la necesidad de recuperar completamente de la operación realizada en febrero en su rodilla izquierda y dar un descanso a su cuerpo, habiendo disputado siete torneos en los siete primeros meses de competición.
Federer quiso acercarse a los aficionados para agradecerles su apoyo e informarles sobre la decisión tomada. "Queridos fans: estoy extremadamente decepcionado de anunciar que no podré representar a Suiza en los Juegos Olímpicos de Río y también por perderme el resto de la temporada”, anunció el campeón de 17 grandes, que en mitad de la temporada también renunció a Roland Garros, viendo interrumpido su récord de 65 presencias consecutivas en cuadros finales de Grand Slam.
“Tras considerar todas las opciones junto con mis doctores y mi equipo, he tomado la decisión de concluir mi temporada 2016, necesitando una extensiva rehabilitación tras la operación de rodilla que tuve este año. Los doctores me han recomendado que, si quiero jugar libre de lesiones durante más años en el ATP World Tour, debo dar a mi rodilla y a mi cuerpo un descanso prolongado hasta su completa recuperación”, manifestó el suizo, número 3 del Emirates ATP Rankings.
“Pese a todo, esta experiencia me ha hecho percatarme de lo afortunado que he sido a lo largo de mi carrera con las pocas lesiones que he tenido”, declaró el helvético, profesional desde la temporada 1998. “El amor que tengo por el tenis, por la competición, por los torneos y, por supuesto, por vosotros los aficionados, sigue intacto. Estoy tan motivado como siempre y planeo poner todas mis fuerzas en regresar sano y en forma para jugar un tenis agresivo 2017. Gracias por vuestro apoyo constante”.
La estrella suiza termina la temporada con un balance de 21 victorias en 28 partidos, con la final de Brisbane y semifinales en el Abierto de Australia y Wimbledon como resultados más destacados. Este curso queda como el primero desde 2001 en que Roger Federer no levanta un título en el circuito.