ROMA

Vincenzo Paduano, de 27 años, confesó que asesinó a su exnovia, Sara di Pietrantonio, de 22, después de seguirla por una carretera del barrio romano de Magliana.

El feminicida obligó a la joven a detener su vehículo en esta vía para después rociarle con una sustancia carburante y prenderle fuego. Sara logró bajar de su coche antes de que se viera envuelta por las llamas. Luego fue alcanzada por su exnovio, que la bañó igualmente con dicha sustancia y la quemó viva a doscientos metros del vehículo.

Al parecer la joven pidió auxilio a los coches que transitaban por la carretera, pero estos no detuvieron el paso.

"La chica, antes de ser alcanzada por su asesino, ha tratado de pedir ayuda a los automovilistas, pero ninguno se ha parado. Si alguno se hubiera detenido, Sara aún estaría viva", lamentó la fiscal sustituta de Roma, Maria Monteleone. Varias cámaras de seguridad han mostrado que al menos dos coches pasaron por la zona antes de que Sara fuera asesinada y sus conductores, interpelados por los agentes, han declarado que no comprendieron que la joven pedía socorro. Debido a este suceso, la Policía romana pidió a los ciudadanos denunciar cualquier suceso "extraño" que presencien en la calle.