Opinión Bolivia

  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
  • Actualizado 13:31

El cómodo y peligroso uso del Twitter

El cómodo y peligroso uso del Twitter
La red social Twitter está de moda en las esferas del poder para “comunicarse” y el presidente Evo Morales no es la excepción. Lanzó más de 130 tweets desde el 15 de abril en que abrió su cuenta.

“Medios de comunicación de la Iglesia Católica continúan como en el tiempo de la colonia. Hoy humillan al presidente indígena”, dijo el 26 de mayo. Acto seguido, sus palabras fueron publicadas. Sin embargo, ¿alguien se dio cuenta exactamente a qué o quiénes se refería? Algunos medios pensaron, inmediatamente, que el Primer Mandatario aludía a las mismas agencias de noticias que fueron acusadas de formar parte del “cártel de la mentira” por parte del ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, sin embargo, cómo estar seguros si, en su tweet, el Mandatario no había dicho nada más.

Peligroso uso de las redes, sobre todo cuando de un Mandatario se trata; aunque sí es cierto que se trata de una posibilidad cómoda en la que uno puede evitar a los incómodos periodistas que en las conferencias de prensa siempre están preguntando demás y consultando sobre asuntos que los políticos no tienen ganas de responder.

Después del referendo del 21 de febrero en el que el Primer Mandatario perdió la posibilidad de volverse a postular a la Presidencia, él, su gabinete y sus bases atribuyeron tal fracaso al trabajo de los opositores en las redes sociales y algunos medios de información, supuestamente ayudados por infiltrados enviados por países como Estados Unidos. Entonces se pusieron manos a la obra para trabajar, también desde las redes, y para tal efecto el Ministerio de Comunicación creó una dirección y puso gente en acción.

Tiempo después, el Gobierno anunció un cambio de timón en la política comunicacional. Sin embargo, no está aún claro en qué consistirá exactamente este por cuanto circular en las redes con mayor frecuencia no parece suficiente a la hora de escuchar y hablarles a las y los ciudadanos, menos mediante unas pocas palabras como ocurre en Twitter.

En ese sentido, habrá que partir de la constatación de que comunicarse no es lo mismo que informar y tampoco es lo mismo informar de la manera más completa posible que hacerlo a medias como suele ocurrir cuando una persona activa Twitter, donde el número de caracteres es muy limitado.

Cuando el Presidente subió al poder durante su primera gestión de Gobierno, prometió gobernar escuchando al pueblo y esa promesa cayó bien. Tiempo después dio la impresión de que se empezaba a alejar de esta promesa y hoy hay quienes creen que se terminó alejando totalmente de este objetivo por cuanto las recomendaciones y críticas no son vistas con buenos ojos por las autoridades del Gobierno.

Y es que cuando uno está en el poder es fácil terminar convencido de que todos los que se oponen, critican o no están de acuerdo con alguna medida es porque no lo quieren a uno y lo único que buscan es hacer agujeros bajo los pies. No faltan, además, quienes se encargan de hacerle ver el mundo a uno de ese modo y no de otro.

Tanto por los mensajes en Twitter como por los discursos del Presidente, se puede percibir una y otra vez que no puede sacarse de la mente la idea de que su Gobierno y Bolivia son continuamente vigilados y atacados por fuerzas que provienen de Estados Unidos y otros países alineados a este. ¿Será verdad?

Sin embargo, si habrá un cambio de timón en la manera en que se maneja la comunicación desde el Gobierno, seguramente el Presidente y sus ministros tendrán mucho por analizar: la forma en que usarán las redes sociales; la manera en que se relacionarán a futuro con los medios de información; las políticas de comunicación que podrían ser pensadas de cara al pueblo para escucharlo, pero también para hablarle en un ida y vuelta; el papel del Ministerio de Comunicación dentro y fuera del Gobierno, etc.