La familia de Alonso Landívar vive en un acalle céntrica de la ciudad y al lado de su vivienda se construye un nuevo edificio.

Landívar contó que en principio denunciaron irregularidades en la edificación, por temas de franja jardín y otros. Pero, además, porque con la construcción de varios pisos en la infraestructura vulneraban su derecho y el de otros vecinos “al sol”. Es decir, que podrán disfrutar menos o los rayos del sol ya no entrarán a sus viviendas.

Landívar describió y expuso las cartas que enviaron para poder frenar que sean afectados por las modernas y nuevas infraestructuras.

“¿Por qué destruye nuestras vidas y no respeta a los vecinos inmediatos, en su mayoría de la tercera edad? ¿por qué no contribuye a la estética de su ciudad?”, dice en parte un documento enviado al Colegio de Arquitectos, en diciembre de 2014.

Sin embargo, expresó que recibieron respuestas que van a favor de los constructores porque la normativa vigente permite que se edifique como lo estarían haciendo.

Al respecto, la concejal María Isabel Caero lamentó que así es la normativa referida a los pisos en altura.

“No ha tomado en cuenta el cómo evitar que haya daño a los vecinos como el tema del derecho al sol, el derecho a la recreación”, dijo y acotó que es un tema que está considerado en el Plan Estructural Municipal de Ordenamiento Territorial (PEMOT) con lo que se dan las esperanzas de la posibilidad de modificación de normas.