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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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Migración a Chile

Migración a Chile
A principios de mes, el Gobierno chileno entregó visas humanitarias a 64 bolivianos que estaban trabajando ilegalmente en este país y que fueron víctimas de trata de personas.

Esos ciudadanos fueron contactados en Cochabamba por una representante de la empresa subcontratista Paola Espinoza Limitada, que les ofreció buenas perspectivas laborales, e ingresaron sin los documentos necesarios a Chile.

Los trabajadores fueron trasladados a la localidad de Molina, a 210 kilómetros al sur de Santiago, donde la empresa les obligaba a montar torres de alta tensión de 50 metros de altura tras haberles ofrecido una capacitación de solo dos días.

Los trabajadores bolivianos recibían 482 dólares de sueldo, frente a 1.640 dólares que cobran empleados de otras firmas del sector por estas labores.

Pocos días después, en Astillero Alto perecieron Ronald Alegre Mamani, de 32 años, y Edgar Medrano Orellana de 28, cuando cedió una torre de alta tensión que levantaban en el sector bajo de la cordillera de Los Andes, cerca de la localidad de Pelarco, en el sur de Chile. Ellos fueron enterrados ayer en su natal Cochabamba.

Los bolivianos Pedro Ayala Condoris, Robert Lazarte Cerna e Isaías Orozco García, que resultaron heridos en el mismo accidente, todavía están hospitalizados en Talca. La empresa que los empleaba, dedicada al montaje de torres de alta tensión, tenía en su plantilla a un total de 104 bolivianos, de los que 65 se encontraban trabajando de forma ilegal. Es preocupante la indefensión en que se encuentran los ciudadanos bolivianos que emigran a Chile. Ante ello, las autoridades bolivianas tienen que tomar medidas para evitar la trata y tráfico de bolivianos, así como la explotación laboral.

Actualmente hay 25.151 ciudadanos bolivianos que residen en Chile, donde fueron en busca de empleo y mejores condiciones de vida. Esa cifra subió en 115 por ciento los últimos diez años, pues en 2003 había 11.649 bolivianos. El año pasado ingresaron desde territorio chileno a Bolivia un total de 53 millones de dólares, como remesas. Se calcula que cada boliviano envía a Bolivia un promedio de 170 dólares mensuales.

Ahora las familias Alegre y Medrano ya no contarán con el apoyo de sus familiares, víctimas de un siniestro que podía prevenirse.