Recordando las últimas visitas del fallecido Hugo Chávez, el presidente Evo Morales abandonó su vehículo oficial y se subió al ocupado por Nicolás Maduro, para ser su chofer personal en el traslado hacia la colina de San Sebastián.

“Antes, cuando el compañero Chávez (Hugo) llegaba a Cochabamba, yo cumplía con los usos y costumbres de los presidentes del Alba y era su chofer”, Morales relató a la multitudinaria concentración de movimientos sociales que llegó hasta el coliseo de la Coronilla.  El momento se hizo propicio para contar algunas anécdotas sobre Chávez. El mandatario recordó la ocasión en que la seguridad del fallecido presidente venezolano se alarmó al ver a un grupo de mujeres que empezó a lanzarle puñados de pétalos de flores. “Él pensaba que le iban a hacer daño o algo así, pero en realidad las mujeres lo estaban recibiendo como a un santo”, explicó.