Bolivia guarda sus cartas ante Chile y anuncia demanda antes de fallo de Perú
Bolivia mantiene hasta el momento en reserva los argumentos centrales de la demanda que presentará contra Chile en los próximos días, antes de que se conozca el fallo por el litigio marítimo entre ese país y Perú, que puede tener repercusiones en la reivindicación boliviana.
Bolivia busca obtener una salida con soberanía al mar, perdida en la Guerra del Pacífico (1879-1883) que, en alianza con Perú, libró contra Chile y cuyo resultado quedó sellado en el Tratado de Paz y Amistad firmado en 1904.
Morales no desveló ayer cuál será la base de su argumentación ni su propósito exacto.
"Naturalmente, nosotros lo hemos estudiado, pero eso lo vamos a conocer cuando ellos presenten sus antecedentes", señaló en una entrevista que publica hoy el diario El Mercurio.
Según señala hoy el diario La Tercera, entre los extranjeros se encuentran el abogado británico Philippe Sands, el letrado francés Mathias Forteau, el jurista argentino Marcelo Cohen y el español Antonio Remiro Brotons, catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid.
El Congreso boliviano ha aprobado levantar una reserva a un artículo del Pacto de Bogotá de 1948, que reconoce la jurisdicción de la CIJ, que impide utilizar este mecanismo para tratar asuntos resueltos antes de ese año, como es el caso del Tratado de 1904.
Otra opción sería que Bolivia, tal como Morales ha sostenido repetidamente, acusara en su demanda a Chile de incumplir el tratado, pero, según sostienen los principales diarios chilenos, eso sería competencia de la Corte Permanente de Arbitraje, también con sede en La Haya.
"La estrategia de la internacionalización no es completamente nueva. Lo que sí llama la atención es que se podía esperar que concluyera el dictamen respecto al contencioso entre Chile y Perú para que Bolivia interpusiera su demanda", señaló a Efe el analista Gilberto Aranda.
En su demanda, presentada en 2008, Perú argumentó que los límites marítimos no están fijados y busca establecerlos en una línea equidistante a las costas de ambos países, con lo que ganaría unos 35.000 kilómetros cuadrados de mar que ahora están bajo soberanía chilena.
Una de las opciones planteadas por Chile era otorgar a Bolivia una franja de 7 kilómetros por el norte de la ciudad de Arica, justo en la frontera con Perú, pero sin soberanía, condición que fue uno de los puntos de fricción en las conversaciones bilaterales, ahora congeladas.
Por otra parte, si la Corte fijara la frontera marítima tal como solicita Perú, es decir, proyectada hacia el suroeste, en un ángulo de unos 35 grados respecto al paralelo geográfico, el puerto de Arica quedaría enclaustrado, y también las opciones de Bolivia.
Más complejo sería que Bolivia accediera al mar por sus antiguos territorios, que se sitúan más al sur.