En Cochabamba sólo la mitad de los enfermos con tuberculosis recibe tratamiento pese a que la enfermedad es curable y el tratamiento gratuito.

Uno de ellos es Mario Quiroga, quien ahora se recupera de otra dolencia en la Caja Nacional de Salud (CNS).

Mario Quiroga (de 53 años) se enfermó con tuberculosis a los 40. Él asegura que una de las razones fue su trabajo al interior de la mina desde adolescente.

Se estima que en Cochabamba se presentan anualmente cerca de 1.600 casos de la enfermedad, de los cuales el Servicio Departamental de Salud (Sedes) a través del Programa Tuberculosis detectó la pasada gestión 1.143.

La tuberculosis casi siempre es pulmonar, pero a veces se sitúa en el cerebro, hígado y otros órganos del cuerpo. La pulmonar es altamente contagiosa, no así la extrapulmonar.

El responsable del Programa Tuberculosis del Sedes, Amilcar Apaza, informa que el 2012 se detectaron 803 casos de tuberculosis pulmonar y 340 extrapulmonar.

La mayoría de los casos fueron identificados en Cercado, el trópico, Quillacollo, Sacaba y en el resto del departamento.

Apaza explica que en Cercado la mayor parte de los casos es de las zonas más deprimidas tanto del norte y del sur de la ciudad, en Villa Sebastián Pagador, K’ara K’ara, Uspha Uspha, entre otras.

Y es que se dice que la tuberculosis es la enfermedad de la pobreza.

El representante del Sedes, Amilcar Apaza, y el responsable del Centro Broncopulmonar de la CNS, José Antonio Clavijo, explican que las principales causas de la enfermedad son la mala alimentación de los pacientes, el hacinamiento y los bajos recursos económicos.

El criterio de los especialistas es compartido por la visitadora social de la CNS, Ruth Andrade. Pone como ejemplo la situación de los mineros jubilados. Ellos reciben una renta de Bs 2.000, un monto insuficiente para mantener a sus numerosas familias, ya que la mayoría tiene hasta ocho hijos.

José Antonio Clavijo especifica que la mayoría de los casos de tuberculosis en la CNS se presentan en mineros que tienen silicosis pulmonar.

Ése es el caso de Mario Quiroga quien trabajó por años en el centro minero Kami, en interior mina, en la explotación de wólfram.

En casos similares al de Quiroga, los especialistas optan por la internación de los pacientes, en algunos casos hasta por tres meses.

Amilcar Apaza añade que la enfermedad se presenta con mayor incidencia entre los 15 a 45 años, en la etapa productiva de las personas. Añade que otra causa es el estrés.

Lo que pasa es que bajan las defensas y el bacilo (de Koch), que causa la enfermedad, se apodera del pulmón.

Uno de los casos actuales más conocidos a través de los medios de comunicación es del magistrado del Tribunal Constitucional, Gualberto Cusi. Él padece de tuberculosis y está internado en el hospital de la Caja Petrolera.

El pasado año 770 pacientes recibieron su tratamiento y se curaron.

“He vencido a la tuberculosis, mi tratamiento era de seis meses pero yo lo cumplí por ocho”, cuenta muy satisfecho de sí mismo Quiroga, recordando su historia.

Él recuerda que tenía una ficha de control para su medicación diaria y que era controlado periódicamente en la CNS.

Pero no todos siguen el tratamiento y algunos que lo hacen no lo cumplen. Según el Sedes, un 15 por ciento no lo hace.

De 803 casos de tuberculosis pulmonar diagnosticados (el 2012), 770 se sometieron al tratamiento y lo concluyeron. 33 personas lo han dejado a medias.

Una vez que se ha manifestado la enfermedad y el paciente deja el tratamiento es probable que muera en un lapso de dos años, pero en este tiempo puede transmitir el bacilo a 24 personas.

“Una persona con tuberculosis pulmonar, que no recibe tratamiento, puede contagiar a 10 o 12 personas al año”, explica Amilcar Apaza.

El tratamiento tiene una duración de seis meses. Un enfermo o una enferma de tuberculosis debe ingerir diariamente 5 a 6 tabletas. La medicación es dosificada directamente por el personal de salud.

La situación de las personas que abandonan el tratamiento es más delicada porque generan resistencia a la medicación y se llaman “multirresistentes”. Cuando deciden someterse al tratamiento deben hacerlo por dos años.

Mario Quiroga desde su pieza del hospital en la CNS asegura que se puede vencer a la enfermedad.

Apuntes.

¿Qué es la tuberculosis?

Es una enfermedad infectocontagiosa causada por el Bacilo de Koch o Bacilo de la Tuberculosis.

¿Cómo se contagia?

La tuberculosis se contagia cuando la persona enferma elimina gotas de saliva muy pequeñas llenas de bacilos, al toser, cantar, hablar, reír, las cuales quedan flotando en el aire.

Síntomas

El enfermo con tuberculosis al inicio de la enfermedad tiene tos con eliminación de flemas, por más de 15 días.

La persona que está con tuberculosis avanzada escupe flemas que pueden estar manchadas con sangre. Enflaquece y no tiene ganas de comer ni trabajar y tiene fiebre por las noches.

Curación

La enfermedad es curable si el paciente cumple su tratamiento. Generalmente dura seis meses y las píldoras deben suministrarse de lunes a sábado.

Enfermedad oportunista

Los especialistas califican a la tuberculosis como una enfermedad oportunista porque es la primera que ataca a las personas que viven con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH). Esto sucede porque sus defensas están muy bajas.

El responsable del Programa Tuberculosis del Servicio Departamental de Salud (Sedes), Amilcar Apaza, señala que a las personas con diagnóstico positivo se les realiza también la prueba del VIH.

En Cochabamba el 2012 se detectaron 42 casos.

Apaza dice que la primera medida es el tratamiento de la tuberculosis y luego asume la responsablidad de la medicación el programa VIH/SIDA del Sedes.

Los resultados son positivos si los pacientes toman sus medicamentos.

La OPS/OMS recuerda a las autoridades de salud la necesidad de duplicar el suministro de tratamiento (antirretrovírico) a los pacientes con tuberculosis que viven también con el VIH, si se quiere cumplir con la recomendación de la OMS.

Personal de salud se sirve de varias estrategias para medicar a los pacientes con tratamiento

El personal de salud en Cochabamba utiliza una serie de estrategias para medicar a sus pacientes que padecen de tuberculosis.

Bertha C., quien trabaja en el Centro de salud Beato Salomón en la zona noroeste de la ciudad, relata algunas de las vicisitudes que ha vivido para dar con el paradero de sus pacientes que no acuden al centro para tomar sus píldoras.

En una oportunidad, la enfermera tuvo que ir a la chichería del barrio de su paciente, donde fue agredida por los parroquianos que la sacaron del lugar a empujones.

El personal de salud coincide en la necesidad de implementar políticas educativas continuas que despierten la conciencia en la población sobre la necesidad de acudir a un centro médico y cumplir con los tratamientos.

“No hay la conciencia suficiente para comprender que las medicinas pueden salvarle la vida y también la de su familia. Los periodos de tratamiento pueden variar entre los seis meses y los dos años”, señalan.

Los pacientes sienten la mejoría en su salud más o menos después de un mes de tratamiento y, equivocadamente, piensan que están curados y dejan de tomar las medicinas.

La otra razón es que -en pocos casos- se presentan contraindicaciones como las alergias. Esto alarma a los pacientes y abandonan el tratamiento.

El responsable del Programa de Tuberculosis del Servicio Departamental de Salud, Amilcar Apaza, cuenta acerca de las estrategias que se emplea en comunidades alejadas a los centros de salud.

Éste es el caso del trópico de Cochabamba que ocupa el segundo lugar de prevalencia (348) por el número de personas enfermas con tuberculosis.

El personal de los centros de salud debe realizar alianzas o acuerdos con dirigentes sindicales, maestros u otras autoridades comunitarias para garantizar que los pacientes tomen sus medicamentos.

Mortalidad por tuberculosis se redujo en 40 por ciento en dos décadas

Según información publicada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la mortalidad por la tuberculosis ha disminuido en más de 40 por ciento desde 1990, y la incidencia está también reduciendo.

El descenso en el número de personas que enferman con tuberculosis, del 2 por ciento cada año, sigue siendo demasiado lento para las autoridades de salud.

En Cochabamba, la tasa de incidencia es de 40 por 100.000 habitantes.

La OMS y OPS alertan sobre la necesidad de mayores esfuerzos para prevenir y combatir la enfermedad y señalan que en 2011 hubo 8.7 millones de nuevos casos de tuberculosis y que 1.4 millones de personas fallecieron por esta causa.

Más del 95 por ciento de las muertes por tuberculosis se presentan en países de ingresos bajos y medianos.

Las comunidades pobres y los grupos vulnerables son los más afectados, pero esta enfermedad transmitida por el aire supone un riesgo para todos.

La tuberculosis se encuentra entre las tres principales causas de muerte de mujeres de edades comprendidas entre los 15 y los 44 años.

En 2011 hubo medio millón de casos y 64.000 muertes en niños.

RESISTENTE Los progresos en la lucha contra la tuberculosis multirresistente han sido lentos. Los 60.000 pacientes tratados hasta finales de 2011 sólo representaron una quinta parte de los casos notificados de tuberculosis que se calcula padecen enfermedad multirresistente.

La Organización Mundial de la Salud y el Fondo mundial de lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria han declarado el 18 de marzo que cepas de tuberculosis multirresistente podrían propagarse extensamente y han subrayado la necesidad de contar con un financiamiento internacional de al menos $us 1.600 millones anuales para el tratamiento y la prevención de esta enfermedad.