La picardía de los soldados de las diferentes guarniciones militares, el colorido y belleza de las danzas folklóricas se sentirán hoy en el Corso de Corsos.

Más de 17 mil bailarines participarán del Carnaval cochabambino, considerado como el evento de integración nacional por la participación de fraternidades de varios departamentos del país.

La fiesta comenzará hoy muy temprano en la zona de San Pedro, al este de la ciudad, para luego recorrer la extensa avenida Heroínas e ingresar por la San Martín al paseo de El Prado , para finalmente concluir en la avenida Ramón Rivero.

Según la Oficialía Superior de Cultura, más de un centenar de agrupaciones, entre folklóricas y militares participarán de la Entrada.

Las autoridades, la Banda y Ballet Municipal abrirán la fiesta, para luego dar paso a la comparsa Costumbres Cochabambinas y decenas de agrupaciones que al son de las bandas danzarán a lo largo del recorrido.

Como ningún año, varias fraternidades contarán con la presencia de extranjeros que, atraídos por la música y el folklore boliviano, llegaron al país para bailar en el Carnaval.

Jóvenes de Italia, Suecia, España, Alemania, Japón, Brasil, Bélgica, Estados Unidos, Corea, Inglaterra, entre otros, participarán de la Entrada. Unos bailarán al ritmo del caporal y otros al son chaqueño.

Una de las fraternidades que más extranjeros cuenta en sus filas es caporales San Simón. Asimismo, en la fraternidad Chaco y Danza hay jóvenes de origen japonés, que bailarán la chacarera.

Entre las fraternidades invitadas de otros departamentos del país están la Cullaguada de Oruro, la Diablada Auténtica también de la capital del folklore de Bolivia, además de los Potolos de Villazón, Potosí, y los Wistus de La Paz.

Como cada año, será una fiesta singular en la que los danzarines harán bailar al público con los ritmos de la morenada, tinkus, pujllay, chutas, tobas, caporales, moseñada, salay, diablada, entre otros.

MILITARES Al menos 40 agrupaciones de las diferentes guarniciones militares del departamento también estarán presentes en el Carnaval, bailando al ritmo de cumbia villera y canciones de moda como la de Nene Malo.

Los militares también sorprenderán, como acostumbran hacerlo, con sus trajes y carros alegóricos.

Según los organizadores, al menos 20 carros alegóricos fueron preparados para el Carnaval 2013, todos ellos elaborados por soldados y jefes militares.

Con sus bailes, trajes y carros alegóricos, los militares buscan destacarse e impresionar al jurado calificador, que junto a las principales autoridades se ubicará en el palco principal.

SEGURIDAD El Oficial Superior de Cultura, Uvaldo Romero, informó que más de 2 mil personas, entre funcionarios municipales y policías de distintas unidades, brindarán seguridad en el Corso de Corsos.

Asimismo, señaló que se hará un estricto control en el precio de la venta de los asientos y la comercialización de comida y bebidas.

“Vamos a tener un equipo doble, hasta triple en la noche en seguridad ciudadana para afianzar el orden”, recalcó.

Asimismo, señaló que se intentará evitar los denominados “baches” para impedir que haya demora en el ingreso de los participantes.

Romero, finalmente, pidió al público y a los bailarines evitar el consumo excesivo de bebidas alcohólicas y el juego con agua.

Apuntes.

Presidente

A la Entrada asistirá el presidente Evo Morales, quien fue invitado junto a las autoridades nacionales.

San Simón

Una de las fraternidades más esperadas por el público asistente es caporales San Simón, que de acuerdo al rol ingresará el bloque No. 3.

Los caporales San Simón bailaron por primera vez en el Corso de Corsos de 1979. Aunque su debut fue modesto, sin embargo a partir de entonces la historia empezó a cambiar. Fue en Cochabamba donde esta danza ganó presencia y patentó su actual identidad ligada a la clase media universitaria y, por qué no, a los nuevos ricos.

Fiesta esperada

El Carnaval es la fiesta más esperada y apetecida en Cochabamba y en Bolivia. Muchas veces se lo quiso prohibir, pero otras tantas ha renacido con más fuerza y colorido, asegura el historiador Gustavo Rodríguez Ostria.