La presencia de un padre o una figura paterna es importante para la formación de la personalidad de los hijos.

El padre es el límite, la autoridad, la disciplina; si el niño no tiene límites tendrá dificultades para adaptarse a la sociedad, afirma la psicóloga y directora de Género y Generacional de la Alcaldía de Cercado,  Raquel Melgar.

El rol de gestor, acompañador, protector es vital e importante en el modelo de vinculación y relación que va tener el niño o niña en su vida futura.

“No se debe menospreciar la función del padre en la familia como modelo de conducta. El papá es un soporte de vida”, destacó Melgar.

Respecto al modelo de conducta de las generaciones, Melgar explicó que la autoridad paterna era irrebatible e incuestionable y que actualmente se pueden ver papás que se han convertido en esclavos de sus hijos dictadores.

A partir del “feminismo”, el varón ha empezado a construir una identidad diferente. El hombre ya no es que no llora, que no es afectivo, que es el papá y no el amigo; ahora es el conciliador, comprensivo, flexible y cariñoso.

“En la Defensoría de la Niñez hemos visto casos en el que el varón es el responsable al 100 por ciento del hogar, ya sea porque la madre está en el exterior o se han desentendido de la familia”, comenta.

En otro ámbito como el campo, en el campo aún se conserva el papá patriarca tradicional, aunque también están influenciados por la modernidad.