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  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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El aguardiente "Hijoputa" enoja a la casta Unión Europea

El aguardiente "Hijoputa" enoja a la casta Unión Europea



"Manolo, ponme un hijoputa que he comido de puta madre". Esto ya no lo podrás decir así cuando después de un buen ágape quieras rociarlo con un chupito de orujo de hierbas que tan bien entra entre pecho y espalda cuando has quedado satisfecho. Porque resulta que el Tribunal General de la Unión Europea (TUE) acaba de rechazar hoy viernes el registro de la marca "Hijoputa" con que la destilería asturiana Federico Cortés del Valle, S.L. designa a su amplia gama de aguardientes y orujos...

La compañía española como demandante del registro entiende que el público percibe la marca "Hijoputa" (que cada vez suena más en el mercado español, y no me extraña con los tiempos que corren) como un término jocoso e incluso hasta cariñoso. Según la Real Academia Española de la Lengua, el disfemismo "hijoputa" es una forma vulgar de denominar a alguien "mala persona" y la utilización de la expresión "hijo de puta" en la jerga habitual, especialmente en España, ha llevado a la aparición de problemas legales derivados de denuncias realizadas por personas que se han sentido agraviadas al ser calificadas así.

Pero se han dado casos como en el 2007 cuando la Audiencia Provincial de Las Palmas absolvió a un vecino de Telde que había sido juzgado por llamar a otro "hijo de puta" y "maricón". La sentencia concluyó que "expresiones tales como hijo de puta o maricón están tan integradas en el vocabulario que a veces ni siquiera se consideran insultos, no llegando a constituir su empleo una vejación injusta, sino más bien una evidencia de una mala conducta o un comportamiento maleducado". Y en el 2009, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña obligó a una empresa a readmitir a un empleado que había sido despedido por llamar hijo de puta a su jefe. Según la sentencia "la degradación social del lenguaje ha provocado que las expresiones utilizadas por el ahora recurrente sean de uso corriente en determinados ambientes".

Sin embargo, el Tribunal General de la UE sostiene que la marca es contraria al orden público y a las buenas costumbres. Y aunque el fallo admite que "en determinadas circunstancias muy específicas la marca podría percibirse de manera cariñosa", lo cierto es que si bien una buena parte del público puede considerar aceptables ciertas expresiones, la mayoría las considera injuriosas. La verdad es que Federico Cortés del Valle S.L. no se corta un pelo a la hora de crear marcas para sus buenos productos como el pacharán "De Puta Madre", el aguardiente "Que te den por el...", "Don Pedo" y el impactante aguardiente blanco "Por qué no te callas". 

Pero la locución nominal "Hijoputa", considerada uno de los insultos más utilizados en lengua castellanas (y conste que la mayoría de las prostitutas son unas santas y mártires explotadas), no nos engañemos y lo siento por la empresa asturiana, ya está registrada en Europa. Sobre todo la expresión "Hijoputada" que se utiliza para productos como "5 millones de parados y más", "desahucios", abusos, derroches absurdos, "corruptelas políticas", corruptos, y otras miserias de una sociedad que da asco. Pero en fin, yo del Tribunal General de la UE me lo replantearía y registraría la marca "Hijoputa" por lo menos para que los ciudadanos y ciudadanas que pagamos religiosamente nuestros impuestos nos podamos desahogar con un brindis de aguardiente. Porque al paso que vamos, terminamos borrachos o muertos. Al tiempo.