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  • Diario Digital | viernes, 29 de marzo de 2024
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FUE UNA JORNADA PARA EL OLVIDO EL BARCELONA INTENTÓ TODOS LOS CAMINOS PARA CONSEGUIR LA VICTORIA, PERO AL FRENTE TUVO UN RIVAL BIEN PLANTADO Y QUE CERRÓ TODO

Al Barça se le va un pedacito

Al Barça se le va un pedacito

El Barcelona pudo ganar en el tiempo añadido si Piqué no hubiera estrellado el balón en el larguero o el árbitro hubiese señalado penalti por unas manos claras de Raúl Rodríguez en el posterior remate de Pedro, pero lo cierto es que no mereció ganar en Cornellá-El Prat ante un Espanyol que se hizo acreedor al resultado al desplegar un buen planteamiento de su técnico, Mauricio Pochettino

El Barcelona, en uno de los peores que se recuerdan en la época Guardiola, fue merecedor, como mucho, del empate que finalmente reflejó el marcador (1-1), pues el Espanyol hizo mérito para no perder.

Luego llegaría un disparo de Sergio García, un par de acciones del Thievy y alguna llegada local más, sobre todo en unos minutos eléctricos justo antes de llegar al descanso. Sin embargo, al Espanyol le faltó pausa en la definición

Ni rastro del fútbol de seda del Barça. Ni rastro de Messi, intermitente en su juego, indolente en el repliegue, ausente en varias fases del choque. Si hoy el "crack" argentino hubiera dicho que tenía la gripe, el mundo le habría creído.

Pese a la imagen desdibujada que estaba ofreciendo su equipo, Guardiola no movió el banquillo hasta veinte minutos antes del final. Pedro entró por Alexis y el canario asistió a Messi en la única ocasión su disparo que se estrelló en el palo.

A falta de cuatro minutos para el final llegó el cabezazo a gol de Álvaro. Cornellá-El Prat se vino abajo. Piqué y el árbitro no acertaron en la última jugada del partido. Y al Barça se le escapó hoy un pedacito de Liga, que va llegando a su fin.