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  • Diario Digital | martes, 19 de marzo de 2024
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Concepto de integridad

Concepto de integridad
El concepto de integridad, que proviene del término latino integrítas, refiere a la cualidad de íntegro y a la pureza; hace referencia a alguien recto, probo e intachable.

Puede hablarse, por ejemplo, de la integridad moral. Ésta es una cualidad de la persona que la faculta para tomar decisiones sobre su comportamiento por sí misma. La integridad moral es también un concepto jurídico y todas las constituciones democráticas modernas lo consagran como un derecho fundamental. Desde el punto de vista ético, sería la manera de manejarse coherentemente con los valores personales y compartidos con la comunidad a la que se pertenece.

El valor que nos damos. Es nuestra capacidad para hacer y cumplir compromisos con nosotros mismos, para hacer lo que decimos. En términos muy prácticos, la integridad abarca la veracidad y la honestidad u honradez, aun cuando el practicar estas cualidades nos perjudica. En sus raíces las cualidades y la conducta de la verdad y la honradez son muy parecidas y muy relacionadas. Son el opuesto del engaño, la falta de integridad. ¿Por qué hemos de decir y vivir la verdad? Escuchemos Proverbios 6:16-17, 19 y 12:22: “Seis cosas aborrece Dios, y aun siete abomina su alma: Los ojos altivos, la lengua mentirosa, el testigo falso que habla mentiras, y el que siembra discordia entre hermanos”; “Los labios mentirosos son abominación a Dios; pero los que hacen verdad son su contentamiento”.

La desconfianza crea conflictos. La realidad nos señala que las violaciones de los derechos humanos en su origen se encuentran en diversos y complejos conflictos de naturaleza social, económica, política, ambiental, laboral o étnica que suelen repetirse cotidianamente. Sólo en el ámbito democrático participativo es posible lograr una adecuada protección de los derechos humanos en general. Las libertades y prerrogativas indispensables para la existencia de la democracia son consideradas igualmente inherentes a la persona humana en un contexto pluralista.

El mejoramiento en la defensa, protección y promoción de los derechos humanos, en particular de la integridad personal, sólo es posible con una verdadera profundización de la democracia. Por perder la ética queremos decir, una acción o situación en la que el individuo se involucra, o algo que el individuo hace, que es contrario a los ideales, a sus mejores intereses y a la supervivencia de su integridad, de su dignidad y de su crecimiento.