Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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CARLOS QUEREJAZU.

“Agradezco a esta tierra por habernos recibido tan cordialmente”

“Agradezco a esta tierra por habernos recibido tan cordialmente”

Uno de los más grandes deseos que tiene el ingeniero chuquisaqueño Carlos Querejazu Ortiz es que en su tierra natal pueda fomentarse la creación de empleos, para que los jóvenes tengan una oportunidad laboral.

Carlos Querejazu Ortiz, nació el 14 de abril de 1948 en Sucre y vive desde hace 35 años en la Llajta.

Estudió Ingeniería eléctrica en La Plata (Argentina) y al concluir la carrera retornó a Bolivia a buscar trabajo.

Su intención era regresar a su tierra natal, Chuquisaca, sin embargo surgió una buena oportunidad laboral en la Empresa Nacional de Electricidad (Ende) cuando se encontraba de paso en Cochabamba.

Empezó a trabajar en Ende en 1977 y permaneció en esa empresa hasta jubilarse el año pasado.

"Uno se queda donde lo tratan bien. Y en Cochabamba me recibieron bien", afirma el ingeniero.

Desde su fuente laboral, en Ende, el ingeniero Querejazu contribuyó al desarrollo de Cochabamba y del país.

Formó su familia en Cochabamba y en esta ciudad nacieron sus nietos.

Querejazu asegura que si bien Cochabamba es una de las ciudades con mejor calidad de vida, está perdiendo algunas de sus cualidades, por ejemplo su vocación agrícola.

LA CAMPIÑA De Cochabamba lo que más le gustó fue su "hermosa campiña" y su vocación agrícola.

"Considero que Cochabamba es la ciudad que tiene mejores condiciones de vida y es todavía relativamente tranquila. Estas características hacen la diferencia", afirma.

Sin embargo, el ingeniero eléctrico extraña de su terruño a la familia que quedó en Chuquisaca y a los amigos del colegio.

"De vez en cuando viajo a Sucre, para visitar a la familia", señala Querejazu.

Después de jubilarse, Querejazu inició un nuevo emprendimiento, la elaboración de mermeladas de fruta natural.

"Para la tierra donde he nacido y me he formado deseo el progreso y que vuelva a tener una de las mejores universidades", afirma Querejazu.

Además, otro deseo de este chuquisaqueño es que en su departamento se puedan crear más fuentes de trabajo, para que los jóvenes no tengan la necesidad de emigrar.

Como anécdota relata que de los 45 bachilleres que se graduaron en su promoción, apenas 8 han quedado en Sucre. El resto emigró al interior del país o al exterior.