Casi tres centenares de jubilados llegaron ayer a La Paz, tras haber caminado seis días por el altiplano, para pedir al presidente Evo Morales que apruebe para una parte del sector una pensión mínima igual a 116 dólares más un aumento del 6,5 por ciento .

El dirigente de esos jubilados, Néstor Muñoz, dijo a los medios en La Paz que esos pagos deben ser aplicados por el Gobierno a por lo menos 2.000 personas que tienen rentas muy bajas, muchas de sólo 35 dólares mensuales.

La manifestación de los ancianos colapsó el centro de la ciudad, donde se encuentran varios ministerios, entre ellos el de Economía y Finanzas, cuyo titular, Luis Arce, ha rechazado la posibilidad de atender la demanda.

Los ancianos, que en su caminata recorrieron cerca de 80 kilómetros en medio de bajas temperaturas y lluvia, se tendieron ayer en la avenida principal de La Paz para exigir atención del Gobierno.

Dirigiéndose al presidente Morales, Muñoz dijo que su sector vive en una situación desesperante y algunos de los jubilados amenazan incluso con inmolarse si sus demandas no son atendidas.

Muñoz, de 60 años, aseguró recibir una pensión de cien dólares tras haber trabajado 17 años en una mina estatal, según la agencia de noticias EFE.

Agregó que su sector exige que las rentas más bajas sean niveladas al salario mínimo igual a 116 dólares, pero además reclaman un aumento adicional de 6,5 por ciento , como el que recibieron otros jubilados.

El ministro de Economía y Finanzas Públicas, Luis Arce Catacora, dijo en pasados días que con la actual Ley de Pensiones se requiere 10 años como mínimo de aportes para beneficiarse del Fondo Solidario.

“Más de 14 mil jubilados que estaban en este problema de la generación sándwich serán beneficiados con las actuales normas y algunos recibirán más de mil bolivianos de renta”, señaló la autoridad gubernamental este domingo en conferencia de prensa.

INCREMENTOS POR SECTORES El secretario ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB), el minero Pedro Montes, afirmó ayer que el Gobierno ha cometido un acto de "discriminación" porque hace unas semanas aprobó un aumento del 6,5 por ciento para una confederación de pensionistas más grande.

Morales anunció además el mes pasado aumentos salariales de 50 al 70 por ciento para los petroleros, de 11 por ciento para los maestros y los trabajadores de la salud y de 10 por ciento para policías, militares y mineros del Estado y estableció que ese último porcentaje sea base de negociación en el sector privado.