“¡No más carpas!, ¡no más carpas!”, exclamaban los padres de familia de la unidad educativa Villa Urkupiña, ayer en el frontis de la Gobernación exigiendo que se refaccione el colegio que hace cuatro años fue entregado como nuevo.

Esteban Calisaya, padre de familia, informó que en este colegio ubicado en la zona del Calvario existen más de mil estudiantes y que la obra entregada hace cuatro años como parte del programa “Bolivia Cambia, Evo Cumple” tiene serios deterioros que obliga a que los niños pasen clases en carpas.

“Nunca nos dan solución en la Alcaldía, nos hacen pasar tiempo. El olor del río también es insoportable”, dijo el representante de los padres de familia asegurando que la refacción debe realizarse de inmediato.

“Los contratistas han hecho una mala construcción, se han caído las calaminas, maderas, todo”, agregó Calisaya, mientras el resto de los padres de familia continuaba la protesta con gritos y exponiendo pancartas.