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  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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EN FEBRERO, UN HOMBRE ASESINÓ A SU HERMANO EN EL TRÓPICO

Deudas y codicia: casos que marcan traición o venganza

El cuerpo de la mujer asesinada en la estación de Mi Teleferico (i) y el sujeto acusado de matar a su hermano, en Ivirgarzama.         ARCHIVO-FISCALÍA
El cuerpo de la mujer asesinada en la estación de Mi Teleferico (i) y el sujeto acusado de matar a su hermano, en Ivirgarzama. ARCHIVO-FISCALÍA
Deudas y codicia: casos que marcan traición o venganza

Traición, ambición, venganza y deudas rondan las tramas más siniestras de asesinatos que han dejado una huella de horror en la coyuntura boliviana. Hermanos que planifican hechos de sangre y sostienen el engaño, amigos de la familia que se convierten en los causantes de la desgracia, o deudores que pasan a ser victimarios para eludir compromisos económicos. Estas son algunas de las figuras que han causado conmoción en la escena nacional. 

El miércoles 6 de octubre, los Zegarra encontraron parte de la paz que ansiaban, luego de que el Tribunal de Sentencia número 1 de Sacaba definiera enviar a la cárcel a Elmer Zubieta y Anddy Caero, sentenciados a 30 años en El Abra, sin derecho a indulto, por el crimen del piloto cochabambino Percy Marcelo Zegarra, quien el 18 de junio de 2019 fue hallado ultrajado y sin vida en el baúl de su vehículo BMW.

Zubieta, propietario de una joyería, y Caero, administrador de un motel, guardaban una estrecha relación afectiva con la víctima y con sus tres hijos. Sin embargo, la traición primó. Ambos le debían cuantiosas sumas de dinero al piloto, que se dedicaba paralelamente a brindar préstamos. Y decidieron acabar con su vida.

Otros casos han marcado precedentes con el dinero y las deudas como móviles de crímenes.

MISMA SANGRE Uno de los hechos más recientes se dio a conocer en septiembre de este año, después de siete meses de haberse concretado el delito. El epicentro del crimen fue Ivirgarzama, localidad situada en el Trópico cochabambino. En febrero, un hombre le quitó la vida a su hermano mayor, llamado Sebastián (38 años), e intentó expandir la versión de que este se había ido a España por cinco años. Tras matarlo, enterró el cuerpo en un terreno y fingió que nada irregular acontecía. Sin embargo, su padre fue quien comenzó con las sospechas. Lo increpó tras verlo conduciendo el vehículo del desaparecido y notar la existencia de elementos que eran de Sebastián esparcidos en el chaco.

El progenitor dio parte a las autoridades y estas lograron que el asesino confesara. Según su versión, acabó con su hermano porque en el medio existían “deudas económicas”. 

AJUSTE Y DINERO A fines de septiembre tuvo lugar, también en Cochabamba, otro suceso macabro. Cuando bajaba de su auto, a la altura de la rotonda de Villa Obrajes, en Sacaba, Orlando Q.M. fue ultimado con dos balas. El asesino, que fue captado por la cámara de un comercio, no tuvo reparos en concretar el delito, a sabiendas de que el sitio era muy transitado, sobre todo de día. La cámara de vigilancia de un negocio privado grabó el crimen. 

La víctima manejaba su auto. Iba con su pareja y un conocido. Detrás se encontraba el que sería su victimario. Este último le disparó por la espalda, luego cruzó la avenida para darse a la fuga, en medio de un espectáculo que, según los testigos, se asemejaba a las escenas de una película.

“¡El flaco le ha disparado a mi marido!”, exclamó la mujer de Orlando, quien ha revelado que el que ejecutó los disparos fue un hombre con quien la pareja desarrollaba negocios. Han presumido que los móviles del asesinato serían el dinero, ajuste de cuentas por presunto narcotráfico y deudas.

El comandante departamental de la Policía de Cochabamba, Jhonny Corrales, informó que el suceso tendría que ver con negocios de droga entre Chile y Bolivia, por lo que la hipótesis de un ajuste de cuentas es la más fuerte.

POR TRES MIL DÓLARES Otro evento trágico sucedió este año. Yamil Rosales, un negociante de motorizados, vivía en Comarapa, Santa Cruz, de donde desapareció el 1 de enero. Pocas jornadas después, sus restos fueron hallados en el municipio cochabambino de Tiraque con tres impactos de bala en la cabeza y estaban calcinados. 

Las últimas investigaciones apuntaron a que el motivo del asesinato sería una deuda económica de 3 mil dólares que había contraído una de las personas que le dio muerte. Iván G, José Luis R. y Diego A. fueron aprehendidos por el asesinato. Yamil fue golpeado, puesto en una bolsa de yute y, finalmente, disparado.

El hecho causó conmoción, sobre todo, en los lugareños de Comarapa, que en un gesto de presión para alcanzar justicia tomaron momentáneamente las divisiones de la Policía.

CASO TELEFÉRICO El 20 de octubre de 2020, en horas de la tarde, el patio de la estación de Mi Teleférico, fue el sitio desde donde provino el ruido de disparos de arma de fuego. Allí se habría producido una discusión entre una mujer, de 49 años y un sargento de la Policía llamado Roberto S. El hombre disparó cuatro veces en el estómago, en el rostro y el pecho de la mujer para posteriormente tratar de suicidarse. No consiguió quitarse la vida y fue auxiliado en un nosocomio de La Paz. Más tarde falleció.

En el transcurso de las averiguaciones surgió un dato revelador que marcó un giro: el esposo de la víctima dio a conocer que existieron amenazas vinculadas con el pago de una deuda que ascendía a 50 mil bolivianos. Antes de esa revelación tipificaron el caso como feminicidio. Con el testimonio del doliente, esta figura fue cambiada.

PRÉSTAMO El 17 de octubre de 2019, la prestamista Rosse M.C. fue asesinada y encontrada dentro de una bolsa de yute en un barranco de Colomi. Dos hombres fueron aprehendidos, acusados por el hecho. Jorge P., uno de los implicados, aparentemente le debía dinero. La convocó en las afueras de un banco situado en la intersección de la avenida América y Libertador, con la complicidad de Dimar I.S.

Este último fue condenado a 15 años de reclusión en el penal de San Pablo, mientras que Jorge P. fue encarcelado en El Abra.